Mis comienzos en la cocina crudivegana fue en 2016 – 2017, después de haber transitado una enfermedad y mucho miedo. A partir de ahí, descubrí que podemos cambiar hábitos y mejorar nuestra forma de alimentarnos, limpiar emociones y tratar de vivir mejor. Comencé un viaje muy lindo que no termina. Aprendiendo desde ese momento en escuelas de cocina crudivegana y vegetariana y sigo informándome y actualizándome. Descubrí un mundo increíble, y como a través de la comida podemos cambiar nuestra visión, encontrar conexión con nuestro sentir, observar las emociones, tenemos más energía, nutrimos nuestro cuerpo, ya no es el placer por llenar el estómago, sino el placer por nutrirnos.